MADRID, 26 sep (Reuters) – Los sindicatos encabezaron protestas en toda España el jueves en un intento por llegar a un acuerdo entre el Gobierno y las empresas sobre la reducción de las horas de trabajo en medio de la oposición de los empresarios preocupados por el aumento de los costes.
“Lo ideal es que la economía y las empresas españolas acepten una reducción general de la jornada laboral”, dijo Unai Sordo, líder del sindicato CCCO, a cientos de manifestantes que se reunieron frente a la sede del director ejecutivo de la patronal en Madrid.
«Los avances tecnológicos en la forma en que trabajamos y producimos permiten exactamente eso, manteniendo el mismo salario y mejorando la productividad», añadió.
Los socialistas, encabezados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus aliados están tratando de persuadir a las empresas para que acepten un plan para reducir la semana laboral en 2,5 horas desde 40 horas.
Para asegurar el apoyo de los empleadores, el gobierno ha ofrecido una bonificación de contratación a las pequeñas empresas con menos de 10 empleados para compensar la reducción de las horas de trabajo manteniendo el mismo nivel de servicio, según una fuente involucrada en las negociaciones.
Madrid puede aceptar la reducción sin consenso, y una alta fuente del Gobierno dijo que lo haría antes de finales de 2024.
La oferta calcula la semana laboral anualmente, por lo que los trabajadores de sectores donde es difícil adaptarse a los turnos laborales como la hostelería pueden recibir horas que luego pueden recuperar en forma de vacaciones.
Los españoles trabajan más horas que la mayoría de los europeos. Según Eurostat, la semana laboral media en España será de 36,4 horas en 2023, frente a la media de la UE de 36,1 horas.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, dijo que reducir la jornada laboral aumentaría la productividad, un área en la que España tradicionalmente ha quedado rezagada respecto de sus homólogos europeos.
Los empleadores temen que la propuesta haga que los empleados trabajen menos horas por el mismo salario que antes.
El impacto de medidas similares en otros países no está claro.
En 2000, Francia introdujo la semana laboral de 35 horas, esperando que creara cientos de miles de puestos de trabajo. Pero los datos muestran un aumento en el costo de la mano de obra, lo que encarece a los trabajadores franceses en términos relativos y hace que las empresas sean menos competitivas.
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Información adicional de Lee Thomas en París; Edición de Charlie Devereaux, Toby Chopra y Gareth Jones
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