En una actuación mixta del Liverpool el sábado al vencer al Wolverhampton en el tiempo de descuento, un jugador se destacó del resto y fue Thiago.
El belga Divock Origi fue el héroe que salió del banquillo para moverse y cruzar a Mohamed Salah en el minuto 94, pero el centrocampista español fue una espina en el equipo de Wolverhampton durante toda la tarde.
Los tres puntos pueden haber sido lo que los Rojos merecían después de crear grandes oportunidades, pero hubo algunas actuaciones bastante mediocres en el día.
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