Rusia avanza en Ucrania mientras la familia de Navalny exige respuestas

Rusia avanza en Ucrania mientras la familia de Navalny exige respuestas
Yulia Navalnaya en el Parlamento Europeo en Bruselas, Bélgica, el 28 de septiembre de 2022. Stephanie Leacock / EPA-EFE / Shutterstock

Después de la muerte de su marido, Yulia Navalnaya hizo una promesa: no se dejaría disuadir por el presidente ruso Vladimir Putin.

Alexei Navalny murió el viernes en una prisión rusa al norte del Círculo Polar Ártico, tras ser detenido en 2021 a su regreso a Rusia.

Navalnaya se comprometió el lunes a continuar con el legado de su difunto marido y dijo: «Nadie nos protegerá excepto nosotros mismos».

En el punto de mira: Si bien ahora está al frente y al centro de la batalla de su marido, Navalnaya está acostumbrada a ello. Evite las luces.

La pareja se conoció poco después de que Yulia, originaria de Moscú, se graduara de la Universidad Plejánov de Economía, donde estudió relaciones internacionales. Trabajó en un banco antes de partir para cuidar a su hija mayor, Daria.

Después de regresar de su licencia de maternidad, Navalnaya ayudó a los padres de su marido a vender muebles durante algunos años, pero después del nacimiento de su hijo Zakhar -y con Navalny cada vez más en el centro de atención- decidió centrarse únicamente en la familia.

Sin embargo, el líder de la oposición cayó gravemente enfermo en agosto de 2020 durante un vuelo de regreso a Moscú desde la ciudad siberiana de Tomsk. El piloto realizó un aterrizaje de emergencia en Omsk, donde Navalny fue trasladado al hospital para recibir tratamiento urgente antes de ser trasladado a Alemania, mientras aún se encuentra en estado crítico.

Mientras Navalny yacía en coma en una clínica de Omsk, Navalnaya saltó repentinamente al centro del escenario y su imagen de mujer estoica, tranquila y serena se convirtió en una historia en sí misma.

READ  La primera línea de Ucrania: donde las vidas dependen de decisiones distantes

Navalnaya corría riesgo de ser arrestada mientras participaba en protestas exigiendo la liberación de su marido y ayudó a ejercer presión pública e internacional sobre el gobierno ruso.

Los medios rusos independientes la compararon con la ex primera dama estadounidense Michelle Obama, y ​​sus partidarios se preguntaron si llegaría el día en que ella lideraría el movimiento de oposición del país. En Instagram, sus seguidores la llamaron “Primera Dama” porque corría el riesgo de ser arrestada por protestar por la liberación de su marido.

sin rendirse: Ahora, convirtiéndose en un símbolo más desafiante que nunca para la causa de Navalny, Navalnaya prometió que continuaría su lucha por un gobierno ruso democrático.

«Putin mató a la mitad de mí, la mitad de mi corazón y la mitad de mi alma. Pero la otra mitad de mí se queda y me dice que no tengo derecho a rendirme».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *